En este rincón financiero os voy a contar con experiencias vividas, como directiva de un gran banco en la crisis del 2008 y como consultora financiera desde hace seis años, situaciones que he vivido en primera persona desde un lado y desde el otro, que os puede aportar información de valor para solucionar problemas financieros complejos y que vuestras empresas sean viables. Dichos problemas suceden antes o después en la mayoría en la vida de una pyme, por lo que no cabe pararse en el pensamiento de fracaso, el bloqueo, tirar la toalla, ni tener miedo, tampoco en la fantasía de seguir haciendo lo mismo y que las cosas se solucionaran trabajando o esperando que vengan mejores tiempos y a ver si pasa la crisis. Hay que buscar soluciones distintas, soluciones que esté en nuestra mano poner en marcha y hacerlo, es decir ocuparnos en vez de preocuparnos y poner el foco en lo que podemos hacer.

Conozco por mi dilatada experiencia lo que piensan los bancos, como actúan y que necesitan, así como cuales son los motivos que llevan a las empresas a esta situación de estrés financiero o incluso desequilibrio de balance y esto me permite tener una panorámica 360. Hoy os voy a contar los pasos a seguir en el mismo momento en el que detectemos que algo no marcha bien en nuestra empresa y dependemos de la financiación externa.

Mucha es la información que aparece en los medios de comunicación de la situación actual de las pymes, donde la inflación y el bajo consumo están reduciendo las ventas y los márgenes. Según un barómetro de CEPYME el 95% de las pymes están afectadas negativamente por el incremento de costes, más del 60% por la reducción de márgenes y repercutiendo en su viabilidad el 13.1% y un 59,12% por la caída en ventas. 

La nueva embestida a la cuenta de resultados es la subida de los tipos de interés que se ha producido en el último año, pasando de tipos de interés negativos en junio del 2022, al 4% en julio 2023, después de 11 años sin que el BCE modifique los tipos. 

A esto hay que añadir la restricción de crédito que se está produciendo en los bancos, siendo la financiación y más en concreto la del circulante una de las grandes amenazas para el mantenimiento de la actividad en la empresa. 

La solución pasa por mantener el pool bancario necesario, contar con un plan de tesorería, tener claro los recursos financieros que necesitas, anticiparse en la gestión de la renovación o ampliación de las líneas de circulante y presentar una IBR o plan de negocio acompañando la propuesta.

El 99% de las empresas que me contratan, lo hacen cuando ya han recibido el NO o tienen problemas en la renovación, es decir cuando ya han realizado una estrategia que no ha funcionado y me pregunto: 

¿por qué tenemos claro cuando nos duele algo o nos sentimos mal acudir al médico o cuando tenemos un problema legal acudir al abogado y sin embargo cuando la empresa no está sana y sabiendo o no que le pasa, queremos seguir actuando como siempre y que las mismas personas que están realizando la gestión financiera sigan haciendo lo mismo?

¿Qué dificultad tiene cuando ya has ido al banco con unos argumentos y te dicen un NO, remontar este NO, cuando en el ordenador del banco ya está denegada la operación y un analista de riesgos ya ha realizado su dictamen? 

¿Que se está jugando la empresa en ese momento? 

Si cuando no te sientes bien ir al médico, es importante, acudir al especialista adecuado es imprescindible, si te duele el estómago no vas al dermatólogo sino al digestivo. Existen los médicos de las finanzas, pero si la empresa no está sana y tiene problemas de liquidez y/o exceso de endeudamiento, no puede acudir a cualquier médico sino al especialista en gestión bancaria y en reestructuraciones.

Los gerentes y propietarios de pymes están acostumbrados a ir al banco desprovistos de cualquier estrategia, a solicitar financiación o renovación de las líneas de circulante y aportar la documentación e información sin prestar una atención especial, enviándola distintas personas (el contable, el asesor…) sin un informe preciso no solo de la situación actual de la empresa, sino de su plan de negocio para los tres próximos años. Tampoco se negocia el tipo de operación que necesita la empresa y las garantías a aportar. En resumen no se cuenta con una estrategia bancaria. No nos hemos dado cuenta y si lo hemos hecho actuamos como si todo siguiera igual,  que  el mundo de la banca ha cambiado, todo está digitalizado y a  las empresas se  les da crédito  por su rating o calificación de riesgos y  si tienes un perfil de riesgo medio-bajo o bajo, la operación no pasa por el canal digital e interviene el físico, es decir las personas, pero no la de la oficina que te atiende y te trata genial y cuya predisposición es siempre ayudarte y va a pelear tu operación incansablemente, sino un analista de riesgos, que es un profesional cualificado que tiene delegado por parte del banco autorizar riesgos, solicitar las garantías precisas y que tiene la responsabilidad de que el dinero que presta por cuenta del banco se devuelva. No conoce personalmente al cliente y eso está definido en su función para que sea objetivo y decide en base a la información y documentación que se le envía. El gerente de una pyme tiene que tener claro que salvo que tenga un rating alto, que esto ya te lo dice el propio banco y todo va sobre ruedas porque incluso el crédito está preautorizado, necesitas tener claro dónde van sus operaciones y que se va a realizar un análisis objetivo y cuantitativo de la información que aporte, por lo que si tu empresa está sufriendo alguno de los problemas que hemos comentado anteriormente y tiene tensiones de liquidez y /o sobreendeudamiento por préstamos ICO COVID ya sabes que tu operación la va a analizar un analista de riesgos del banco , por lo que debes tener en cuenta:

• Anticiparte a los vencimientos como mínimo tres meses antes.

• Contar con un plan de tesorería y tener claras las necesidades de financiación a corto y largo plazo.

• Acompañar tus peticiones por una IBR o plan de negocio que informe de lo que el analista quiere saber y de la viabilidad de tu empresa en el corto y medio plazo.

• Si dicha IBR la realiza un profesional independiente y objetivo especializado en gestión bancaria tus posibilidades de éxito mejoraran de forma sustancial.

• No busque al experto después de un NO, sino para que te ayude a obtener el SI.

• En el caso de que ya tengas el NO y no puedas disponer de recursos por otros medios necesitas un experto en reestructuraciones. Pincha aquí para realizar un diagnóstico financiero gratuito