¿Sientes que tu empresa está en una situación financiera difícil? ¿Te cuesta llevar al día los pagos y mantener un flujo de efectivo estable? ¿Tienes dudas con la renovación de tus pólizas y líneas de circulante? Una reestructuración financiera puede ser la solución que necesitas para eliminar de un plumazo tu sensación de angustia y estrés.

Te voy a contar las 3 principales soluciones que te aporta un plan de reestructuración realizado por un experto independiente:

1 – Reduce la carga de tu deuda permitiéndote pagar menos todos los meses y con ello no tensionar tanto tu tesorería.

Al negociar los préstamos y créditos de tu pool bancario consigues reducir el pago de intereses o renegociarlos, ahora que han subido, ampliar el plazo y reducir las cuotas de amortización, obtener carencias, amortizaciones crecientes ajustadas a tu plan de viabilidad, adaptar los pagos más importantes si eres una pyme con ingresos cíclicos. Todo ello te permite hacer frente a los pagos sin tensión, ni riesgo de retrasos y poder recuperar la tesorería que necesitas para nuevos proyectos.

2 – Transmite una imagen de confianza y mejora la imagen de transparencia y credibilidad de tu empresa evitando asumir riesgos innecesarios.

Si tu empresa está en una situación financiera débil no te la puedes jugar haciendo lo mismo que hasta ahora. Necesitas aportar a los bancos, sobre todo si tienes que renovar las pólizas de crédito y líneas de circulante o solicitar ampliaciones, un informe financiero adecuado profesional y objetivo que contenga la información precisa y necesaria para que los analistas del banco puedan tomar una decisión favorable.

Este informe debe contener un análisis histórico de la empresa, un informe cuantitativo de la situación actual que explique bien el origen y el destino de los fondos usados o que solicites y un plan de viabilidad futuro bien definido.

Es importante anticiparse con tres meses de antelación tanto a las renovaciones del actual crédito como a las necesidades de nueva financiación, para evitar sorpresas y falta de liquidez que ponga a tu empresa en riesgo.

3 – Optimiza la estructura de tu balance encontrando un equilibrio que mejore el rating de tu empresa.

No se tiene consciencia que un balance sano, transparente y equilibrado es imprescindible para transmitir confianza a quien te tiene que prestar su capital (banco o inversores) o a las empresas que garantizan tus operaciones comerciales (compañías de aseguramiento del crédito). Esas variables que no trabajas deciden el rating de tu empresa y de ellas va a depender el acceso al crédito que tengas.

Tienes que tener un equilibrio entre deudas a corto y largo plazo, que el activo circulante sea coherente con el modelo de negocio y una estructura de capital sólida. Debes evitar un sobreendeudamiento a corto plazo que puede provocar el colapso de tu empresa si te exigen la devolución de los créditos a su vencimiento, por ejemplo, las pólizas de crédito o líneas de circulante.

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